¿Qué es ser cheto? Para aquellos que no son argentinos o, más bien, de Buenos Aires, es una palabra sin significado pero allá en el tiempo, puedo recordar en mi infancia, ser cheto era algo bien claro, obvio, específico.
No era cheto cualquiera, no era sólo tener dinero, era además tener cierto "nivel" ya sea en el grupo social donde uno se moviese hasta la escuela a la que se asistiera, no se trataba de economía sino de status social.
Pero hoy en día escucho (y leo) esta palabra utilizándose en un sinfín de definiciones posibles en la que, en cierto modo, ha perdido significado.
Pasemos a un nuevo capítulo del Sr. Fett opinando sobre lo que ya no se puede opinar :D
Por alguna extraña razón la palabra cobró nuevos significados pero que, al ser tantos, pierden el sentido, la palabra misma cerce de lógica de aplicación, va para todo.
En sociedades con dos o tres clases sociales bien definidas se suele poner un nombre a cada una, pero qué sucede cuando se mezclan (que debería ser lo más natural) y se desintegran, ¿qué etiqueta se le pone a quién?
Cheto era específico de personas muy pudientes, en la imaginación argentina existían tres clases, el pobre, el clase media y el rico, el rico era cheto, el resto estaba muy, muy por debajo.
Desde ya que todos pretendían ser chetos en alguna forma, sea adquiriendo gustos o costumbres de la clase social más alta o, al menos, escalar un poco en dicha interminable estructura social, pero con el tiempo todo eso se fue diluyendo, la estructrura misma.
¿Qué es ser rico? ¿Es lo mismo que cheto? Por cierto que no lo es, el dinero va y viene y un pobre con escasa educación y modales limitados puede acceder a mucho dinero. Esto no es sólo local, sucede en todo el mundo, en Europa suelen tener su aristocracia para tratar de separar al cheto del burgués como sea posible, en EEUU todavía marginan por la escuela que hayas podido pagar y los clubes que frecuentabas, todo se trata de crear pequeños segmentos de exclusividad.
Así que por más dinero que tuvieras en una época no se podía ascender completamente hasta que estas instituciones que fueron el filtro empezaron a languidecer. Tuvieron que aceptar a quien tuviera dinero! Fuere el colegio, el club, el barrio privado, las puertas se abrieron al mejor postor y esto mezcló clases, estilos, gustos al punto de que un partido de Polo hoy por hoy parece una cáncha de fútbol.
Pero ¿Quién es un cheto? El cheto mismo trata de asemejarse a la cultura más callejera, más mundana, trata de vestirse con harapos, de marca, pero con toda la onda harapo, incorpora la cumbia, el asado, no se lava el pelo y, con el tiempo, el cheto se vuelve indistinguible del grasa.
El grasa, que siempre soñó con ser cheto o, en su defecto, desbarrancarlo, ama la idea de ascender ¡Obvio! por qué no habría de querer sentirse especial, exclusivo, incluído en un grupo de gente "bien", todo su sueño hecho realidad, ser respetado, ser tenido en cuenta. Aunque lo hagan sólo porque le fue mejor en los negocios que al cheto engreído, ahora él puede ser cheto, ponerse la chomba, vestir pantalones kaki y mocasines.
Entonces ¿Quién carajos es realmente cheto cuando todos se identifican o creen identificarse con lo que no son? Ah, qué lindo, pero como no soy sociólogo no tengo la más mínima idea, sólo comento lo que veo y lo que veo es más bien ridículo.
En los últimos tiempos "cheto" es un término peyorativo utilizado para referirse a todo aquél que posea algo que yo no. Sea un bien material, una posibilidad en la vida o tan sólo su color de piel.
Cheto es ser blanco, tener ojos azules, se rubia, flaca, tener buen aliento, tener todos los dientes, tener todas tus extremidades.
Cheto es comer todos los días, también tener auto, o poder viajar en Uber, tomar cerveza IPA, comer papas con cheddar, ir al cine, tomarte vacaciones, tener una pelopincho cuando tu vecino no.
Cheto es hablar de corrido, no comerte las eses, tampoco las heces, haber estudiado sin importar si todo se debió a tu gran esfuerzo y dedicación, no importa el sufrimiento que tuviste que padecer para conseguir tus objetivos, si lo lograste sos un cheto porque quien te acuse de tal no lo logró, no se esmeró, necesita denigrarte, reducirte, minimizarte, transformarte en un paria, en algo malo de la sociedad. Si no adoptaste la mediocridad, sos cheto, sos careta, sos gato, sos botón.
Cheto es el otro cuando el otro logró lo que nosotros ni tuvimos el coraje de proponernos.
Cheto no era eso, cheto no sé que es, es todo esto, cheto es el otro.
El lenguaje pasó a ser algo de chetos, mejor romperlo sin un propósito en particular, hablemos mal, que nada se entienda, seamos primitivos porque la educación y las reglas son de cheto.
El ex-cheto devenido en neo-hippie-social-justice-warrior con vergüenza de clase gritará a viva voz que todos aquellos que no mutaron con culpa como él son chetos, señalará con el dedo a sus ex-amigos "como no te integraste sos basura, sos la dictadura, cheto!" aun diciéndolo con la eterna papa en la garganta del cheto más zona norte posible. La culpa ante todo.
No se si sirve de algo usar la palabra "cheto" a esta altura, algunos lo usan como sinónimo de calidad o que queda bien "esto es re cheto" pero hasta con un poquito de culpa "ya se, es re de cheto, pero me gusta".
En los 80s existía la palabra "tilingo" que definía más al grasa pretencioso, el marquero, el que quería ser pero no era. La mayoría de las veces que se usa "cheto" es más bien esto otro, pretensión, falta de sustento, y ahora se suma la ambigüedad de la culpa, sentirse que por querer o pretender algo mejor uno está mal, no debe, está equivocado y será juzgado por los mediocres niveladores-para-abajo que lo han invadido todo.
El grasa vuelve a ser grasa, el cheto vuelve a ser cheto, a su ghetto exclusivo, que no se note, cuanto más alejados mejor, como lo quería el cheto original aunque sea con roles cambiados.