Una vez al año tengo un bajón productivo con la escritura, me cuesta escribir, me cuesta postear algo entretenido, me cuesta divertirme haciéndolo pero este año no tuve un momento así sino que llevo meses.
Es difícil sostener un blog hoy en día porque Google hace todo lo posible para esconderte. Sí, es deliberado, así que no ayuda el hecho de que te escondan aun cuando escribís a diario, pero el tema de la motivación... mamita...
Ya se, hay gente con peores problemas que yo y no creo que entren al blog para leer los problemas de quien escribe. De hecho, casi nunca menciono problema personal mío y no es que no los tenga: ustedes no tienen por qué comerse ese garronazo.
Así es la vida, todos los tenemos, y si quieren entrar aquí a leer cosas dudo mucho que sean mis problemas los que los atraiga :D pero ni siquiera creo que esto sea un problema personal, creo que es de todos.
El estado depresivo generalizado no lo veo como algo único ni individual sino colectivo. Es raro, usualmente las depresiones se sienten como algo muy escondido dentro de uno que nadie logra captar y uno maquilla con falsas sonrisas y estado de ánimo explosivo aunque por dentro te corroe la nada absoluta, pero no, estos meses lo veo como algo generalizado y que va más allá de lo personal.
Una depresión colectiva? No lo sé, cuando pienso en eso pienso en un país de Europa del este bajo la cortina de hierro. Todo gris, edificios soviéticos, minimalismo angustiante, trabajo y ninguna sonrisa, infelicidad y todo eso. Así que no creo que podamos compararnos con esas circunstancias.
Pero sí hay un punto en común con ese gris: la falta de perspectiva.
Esto nos une, tal vez demasiado, la angustia de no ver un mañana y que tus planes esten acabados, inexistentes, destruidos, abandonados, ultrajados y tirados a la basura. Esta falta de visión hacia el futuro te deja en una situación de indefensión extrema ¿Qué será de mi vida?
Cuando es una sola persona la que se siente así a veces tiene la suerte de que el entusiasmo y el ambiente positivo donde se mueve lo arrastre un poco pero noto que hace meses (cuarentena y pandemia mediante) no hay de qué felicidad colgarse y ni siquiera uno tiene la posibilidad de refrescar el ambiente, charlar en persona con gente o simplemente ver a los compañeros del trabajo.
La aislación es física primero, con su lógica para evitar contagios, pero aun con todas las herramientas disponbiles al alcance de todos sigue siendo social.
Te "juntás" con tus compañeros de trabajo en una videoconferencia pero la cara de todos es bien clara, un "no quiero estar aquí" enorme, desencanto, un deseo de huír para luego, inmediatamente luego de la conferencia, volver al vacío. ¿Por qué alguien querría desconectarse una vez que logró juntar gente? Bueno, qué se yo, la mente es rara :P
Parece que les estoy dando un panorama terrible de mi vida pero les juro que no es así, tengo una suerte muy especial, estar al lado de una persona espectacular con la que logro reírme todos los días, hacer cosas y sobrellevar esto, trato de planificar y ver hacia adelante, pero muchas veces la realidad nos vence: el subconsciente nos dice que no hay futuro.
Y no es verdad pero la sensación de "todo puede terminar mañana" se incrementó mucho y no puedo obviarlo y ese cansancio mental que te provoca repercutió en mis ganas de generar contenido y ahí sí me duele.
Porque me duele tener que pensar una nota, tener que escribir contra mi voluntad, saber que si no lo hago ni les importa y que ya ni volverán como lo han hecho muchos. El conocimiento de que prefieren licuar sus neuronas viendo imagenes sueltas de fantasías instagrameras o videos cortos de preadolescentes bailando y haciendo playback, porque leer es aburrido ¡ya nadie lee!
Sí, tampoco que lo que escriba sea la gloria, lo sé, imagínense si fuese bueno y no me leyeran, ahí me cortaría las bolas en juliana pero por suerte soy malo en lo que hago así que, al ser consciente de ello, no duele tanto :D
Pero igual me afecta el no tener idea de qué escribir! Aun si nadie lo lee el hecho de darte cuenta que tu cerebro se está secando ES el verdadero problema.
No se si lo estoy explicando bien pero la sensación es como si fuese una sequedad mental, la muerte de tu creatividad o de la pasión que te provocaba escribir. Al mismo tiempo saber que es lo que te gusta pero no encontrar la fuerza, la motivación para hacerlo.
Y de pronto darte cuenta que para contar esto mismo que te pasa podés escribir dos mil palabras en quince minutos ¿Tanto pasa por uno cuando se está bajón? ¿Tanto nos olvidamos de conversar o explicar? ¿Tanto se nos exige estar sonriente todo el tiempo que no podemos detenernos a putear un poco? No lo sé, son preguntas al aire obviamente.
Lo bueno de escribir estas largas e innecesarias líneas es que cuando largo todo me da un tirón de ideas para escribir luego. ¿Catarsis? Puede ser, no tengo idea de cual es el proceso interno en mi cerebro para poder generar algún texto, sencillamente sucede.
Así que si algún día ven que posteo medio tarde es que no tuve algo para escribir la noche anterior. Tengo la idea de abrir nuevamente a algunos que quieran escribir en el blog así me inspira eso pero la última vez que lo hice no resultó del todo bien y se volvió algo caótico todo. Ah, si alguien quiere escribir en Tecnogeek.com está invitado :D jejeje, otro sitio que mantengo a diario a duras penas por falta de tiempo (y dinero, porque si algo no da es guita :P).
Nada, eso, quería compartir mi estado mental indefinido porque se que más de uno de los que todavía lee puede llegar a estar pasando por lo mismo, se que no soy ni único ni especial.