Hay un problema que está creciendo y pronto será una bola de nieve imparable: la promesa de una vacuna.
Para desilusionar gente rápido quiero decir: La vacuna todavía no existe, no cambien su comportamiento por una promesa.
Esto no significa que no confíe en la ciencia y su proceso sino que justamente eso es lo que hago. La ciencia no te hace promesas vagas, cuando tiene una cura y prueba que ésta funciona, recién ahí existe.
Todo el resto, tu fantasía, es algo que te inventaste en la cabeza para "creer" y creer no es algo precisamente científico. Pero ¿Qué sucede cuando el poder político es el que hace promesas? ¿No deberíamos estar ya acostumbrados a sus mentiras?
No existe vacuna, hay como veinte en Fase 3, eso significa que falta poco, pero en términos prácticos no existe.
Es extremadamente irresponsable prometer una pronta solución a un problema de este tipo por una razón que es más que evidente: la masa (nos referimos a la gente operando en conjunto, no individualmente) tiende a relajar las medidas con el argumento de "ya viene".
El problema es que las simples medidas de distanciamiento social y uso de tapabocas son las que se relajan. La gente se empieza a reunir y no sólo en un espacio abierto al aire libre sino en casas de amigos, familiares, etc. Los contagios rebotaron y Europa da cuenta de ello.
Tanto prometieron la pronta solución (lo que el público quiere oír) que la sociedad se relaja asumiendo que "está a pocos días de llegar". Es como dejar de preocuparse en el Titanic mientras se va a pique porque "ya avisaron por radio, nos vienen a ayudar, sigan de fiesta".
Veamos el ejemplo de anunciar que se compra una vacuna que todavía no superó la Fase 3, es entendible que un gobierno haga pre-compras para asegurarse stock a futuro (si es que funciona), pero hay una enorme diferencia entre eso y anunciar, con bombos y platillos, que se compra una vacuna a secas. El nivel de irresponsabilidad es inconmensurable.
Estamos hablando de una vacuna, la Sputnik V, que no ha superado lo mínimo que se require. Su Fase 3 apenas contó con 38 participantes, está en pañales, faltan más y más, no hay estudios sobre la misma ni han publicado los datasets para poder analizar, así que es lo mismo que nada. No existe.
Pero si ellos dicen que funciona, ¿cómo que no existe? No existe hasta que no esté aprobada y probada. Es un proceso, no importa cuan a medias del proceso se esté, existe cuando lo completa.
Por eso, repito, no está mal "asegurarse" provisión a futuro, eso es planificación y está perfecto, pero no sse estan asegurando algo que funcione, sea del país que sea y de la marca que sea.
Un problema producto de esta promesa sobre el aire es la promoción que le han hecho, un daño irrecuperable, a los antivacunas.
Anoche mismo, con total mala intención, promovían un hashtag en Twitter (que es un microclima social no representativo, aclaro) que era directamente "Yo no me vacuno" con al menos unas 20.000 menciones.
Todo para contrarrestar otro, de origen gubernamental, que se hacía llamar #LaEsperanzaRusa , porque no se puede ser más idiota que politizando y transformando en una bandera partidaria una vacuna.
El efecto es exactamente el opuesto al deseado, generando desconfianza porque ¿Quién carajos le puede creer a una dictadura fascista como Rusia? Si, no seamos ilusos, hasta la peor dictadura puede producir una vacuna totalmente válida pero si se saltean los pasos uno tiene derecho a sospechar.
Hablamos del país que suele deshacerse de sus opositores envenenándolos, apresándolos o liquidándolos con diversos y originales métodos, donde ser gay es un crimen y el presidente ya va por el cuarto mandato y con una reforma constitucional reciente a su favor. Es normal que eso genere sospechas.
Si el planteo fuese "tomamos estas 20 vacunas y las pasaremos por nuestro propio proceso de revisión", que es lo que realmente se hace (sí, hasta con la rusa tendrán que pasar por el ANMAT) no despertaría sospechas pero como todo se debe presentar como un gran logro político, una victoria sobre el rival y adornar con una épica de film soviético, bueno, ahí se rompe todo, se hace menos creíble y abre la puerta a los imbéciles que estan desesperados por promover su cura mágica o su secta.
Si la barrera para elegir qué vacuna darnos es política y no científica, si nos preocupa más si la hizo un ruso, un chino o un inglés pero no si funciona, es segura y cumple con los requisitos, es que nos dejamos ganar por esa mentalidad medievalista. No lo hacen fácil tampoco, eso seguro.
No se qué más queda por romper pero dañar el método científico con política berreta lo hace muy difícil de recuperar luego. La vacunación es algo que requiere de confianza, así se ha vencido a la viruela y al polio, así se han controlado decenas de enfermedades que la gente hoy ignora por completo lo horribles que son.
El atentado contra la vacunación tendrá graves problemas a futuro. Posiblemente no me afecten a mí o a ustedes que leen esto pero sí a sus hijos.
Hacer una épica de cada cosa y saltearse los procedimientos, prometer algo que no se tiene para que el desesperado público se relaje y, por ende, logres tener más muertos que en cualquier guerra que tuvo este país, no es un tema menor.
Porque tan sólo con esta enfermedad en particular (que no nombré en todo el artículo pero obvio que hablamos de COVID19) hemos perdido más gente que con toda guerra pasada, que con toda enfermedad infecciosa, lo hemos logrado a fuerza de irresponsabilidad, anticiencia, individualismo, egoísmo y épica política.