Cómo actuar cuando un activista quiere vandalizar una obra en un museo

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Con asombro sigo viendo cómo las autoridades de distintos museos y los visitantes de los mismos no saben cómo actuar ante "activistas" que vandalizan obras.

¿Es que hay algo para hacer? ¡Por supuesto! Para tener una guía sobre cómo actuar, cómo proteger las obras de arte de la humanidad contra falsos grupos ecologistas y por la verdadera ecología, aquí les dejo un simple how-to.

Si ves a un falso activista vandalizando una obra lo primero es...

Patada en la ingle

Nadie resiste la tentadora patada en la ingle, ni hombres, ni mujeres, ni elles, ahí es donde a todo ser vivo le duele, el primer impacto debe ser demoledor.

Como la atención está puesta enteramente en su acto vandálico y en reivindicar la causa que intentan destruir (EJ: el cambio climático no les preocupa sino desprestigiar la lucha por el mismo) el foco mira para otro lado, no para su ingle.

Impacte allí, fuerte y duro, de puntín, sin guardar energías para después, descargue todo en un simple y efectivo golpe.

Arrancarle las manos si es que se pegó a la pared o cuadro

Rembrandt endenderá, la violencia es el único recurso aquí, por más que el idiota en cuestión esté pegado al lienzo mismo, lo mejor es arrancarle la piel mientras viva.

Si la patada en la ingle fue esquivada lo mejor es cortarle la piel, nadie resiste el dolor más aberrante de la piel siendo separada de la carne. Posiblemente el pegamento no sea tan fuerte y esto no se logre, si así fuere péguelo de nuevo contra algo y vuelva a intentar.

Efectivos golpes de puño hasta ablandar

Tiernizar la carne es un proceso sencillo, si sirve para las milanesas sirve para los falsos activistas, pruebe con los puños, nunca fallan.

Trate de empezar con las zonas blandas si no tiene experiencia, si, en cambio, ya es un hábil pugilista, sabrá que hay cosas que duelen más que otras, algunas ilegales también, esas, en esta oportunidad, están permitidas.

Si el guardia no hace nada, uno puede

Todo esto es posible gracias a que los guardias de seguridad del museo, esos mismos que si uno pretende tomar una fotografía lo atacan como si fuesen reales guardias, son extremadamente pasivos (por qué será?) contra los falsos activistas.

Lo que se está comprobando, en realidad, era que esos retos no venían acompañados de ninguna acción física. Es entonces que esto nos habilita a poder pasar al modo activo ante estos pasivos guardias. Ellos no harán nada, su función es no hacer nada. De tan civilizados que son no tienen los cojones para proteger la civilización misma.

Expulsión al averno

Una vez desollado y hecho una pupa el activista debe ser depositado en el exterior del museo. No olvidar que aquellos que estan capturando en video la escena no son periodistas: son parte de la organización criminal.

Una vez afuera del recinto de la cultura proseguir con la golpiza y, si es posible, tirar el cuerpo a un río. Siempre hay un río cerca de los museos, no sé por qué.


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