El dilema del éxito turístico: la masificación
Estaba viendo una película (la última y soporífera Indiana Jones) que transcurre durante el año 1969 (aprox) y los anacronismos me hacían reír, pero hubo uno en particular que me llamó la atención.
En un momento dado van a un lugar turístico, unas cuevas en el sur de Italia, y están llenas de turistas, los guías con las banderitas de colores con grupos de aquí a allá, todo lleno, a reventar. Como hoy en día.
Pero es una percepción demasiado moderna, hace 40, 50 años, no había tantos turistas, cuando mis viejos visitaron Pompeii (1978) estaban solos y nadie los vigilaba ni molestaba, no había casi nadie!
Hoy en día los destinos turísticos tienen muchos, MUCHOS turistas, pero no siempre fue así, de hecho, es algo notable porque, si bien existió siempre y creció año tras años, fue durante los últimos 30-40, luego de la caída del muro y la URSS, que el mundo se abrió a todos... y eso trajo problemas.
No hay infraestructura en el planeta Tierra que pueda contener la afluencia de turistas. ¡Somos todos culpables! Sí, pero al mismo tiempo no hay una solución a corto plazo, hay pocos lugares icónicos y todos los quieren conocer y eso se combinó con lo baratísimo que es viajar para las masas.
Hace tan sólo 30 años era muy caro, hace 10 se había vuelto extremadamente barato, la pandemia volvió a subir un poco los costos, pero sigue siendo increíblemente accesible para la mayoría de la gente aun cuando en el mundo lo que abunda es la pobreza.
Si tenés un dinero ahorrado podés seguir guardándolo para un futuro incierto o invertirlo en algo que te da placer y viajar, es una de esas cosas.
Sí, somos los "culpables" ¿No? Bueno, no se si el turista es en sí el responsable de esto sino la consecuencia...
El éxito y la masificación
Ser un destino turístico exitoso tiene una gran cantidad de ventajas, público, ventas, alquileres, trabajo, empleo, movimiento, figurar en el mapa, mayores inversiones, etc. Parece la gallina de los huevos de oro, pero no todo es felicidad.
Si bien se da esta situación de ventajas también empiezan a darse las desventajas, la vida de temporada hace que exista trabajo pero no todos los meses, por ende la desocupación es la norma o la migración forzada por temporada.
El uso de la infraestructura por mucha mayor cantidad de gente implica un deterioro inevitable y, muchas veces, no alcanza para cubrir la demanda.
Si el alojamiento no es suficiente se empieza a optar por otros formatos, AirBNB, Booking, casas aquí y allá, la gentrificación y la pérdida de hogares para los locales que terminan viviendo a la distancia y, muchas veces, sin lugar alguno donde residir porque los alquileres son imposibles y sólo se otorgan a turistas.
Se gana más dinero, es verdad, pero a mayor demanda de bienes y servicios mayor precio de la oferta limitada, por ende alimentarse o vivir es tan caro para el local como para el turista.
El tráfico es otro ejemplo, mucha gente, muchos autos, saturación asegurada. Estuve hace unas semanas en Bariloche y no sólo el municipio hace desastres y no mantiene ni una calle, la cantidad de autos excede por lejos la capacidad de las pocas avenidas.
En lugares donde hay ruinas antiguas la vandalización es la norma, muchos de los que viajan no lo hacen porque aprecien el destino cultural sino porque "hay que ir".
Una playa paradisíaca? Con sólo figurar en algún posteo o video online dejará de ser ese lugar aislado lleno de paz y tranquilidad porque si vos te enteraste que existía seguro lo hicieron varios miles más. No existe el lugar tranquilo cuando pudiste encontrarlo tan fácilmente en un blog.
Hace poco leía de una playa paradisíaca en Mallorca, Es Caló des Moro, transformada en un horror turístico gracias al exceso de posteos de influencers que encontraron allí un escenario ideal para sus posteos.
¿Es su culpa? El lugar es bastante inaccesible y la gente "se queja" porque lo es ¿Qué coño esperaban? ¿Un bar y toda una infraestructura con baños y servicios? Es una playa en una cala perdida en medio de la nada! Aún así, el turismo parece necesitar un sopapo de educación.
El turismo maleducado
Así como todos recibimos cierta educación familiar, otra en la escuela y un poco más por la sociedad misma, es el turismo la disciplina social que tal vez menos educación recibe.
Como turista británico en Amsterdam, que no hace más que emborracharse y vomitar todo, muchos se comportan muy mal cuando salen de casa. No querrían las consecuencias de terminar en prisión por hacer eso cerca de su trabajo, pero en el exterior se animan sin pudor alguno.
Hace unos años el foco estaba puesto en los turistas chinos, más comparables con langostas arrasando un cultivo que con humanos, el gobierno de su país tomó cartas en el asunto: el que se porta mal pierde "puntos" sociales, que allá sirven hasta para pedir un crédito. Se calmaron mucho más rápido de lo que se imaginan. Pero eso porque viven en una dictadura que puede tomar esas medidas y que lo hace sólo para mejorar la imagen pública de su país.
No es raro ver a algún turista sabotear algún letrero, entrar a una fuente esculpida por un artista renacentista por una selfie y hasta dañar el Coliseo Romano, y no son chinos, no señor, son occidentales o de medio oriente, pero no es válido culpar a una sola cultura, la gente es estúpida sin importar su origen.
El tema de los "influencers" desesperados por ser los únicos, los primeros, los mejores, en vez de promocionar los lugares por lo que son lo hacen por cómo salen en la selfie, es un turismo que en algún momento va a ser reemplazado por lugares para sacarse una foto y, tal vez, tal vez así, pueda ser "conducido" y no moleste al resto. Tip: los carteles de nombre de ciudad re funcionan para esto 😋, como ejemplo la foto de portada en Amsterdam.
Un cambio
Para limitar esto algunas ciudades, hartas de la saturación, empezaron con los cupos. Un ejemplo es Venecia que era prácticamente imposible de recorrer por la cantidad impresionante de gente todos los días (y la mugre que generan).
Pero no sólo se ha limitado al cupo, también varias empezaron a impedir los alquileres de domicilios para tiempos muy cortos, es decir, socavando el negocio de AirBNB. La razón es obvia: ya no hay lugar para vivir en tu propia ciudad.
Algunos dirán ¿Pero no es acaso derecho del dueño hacer lo que quiere con su casa? En el caso de New York, que entró en efecto el 5 de Septiembre, podés alquilar cuartos sin problemas, pero si vivís ahí. Todo lo demás no se puede alquilar por menos de 30 días.
Las empresas que han comprado propiedades en cantidad para el usufructo turístico o las van a tener que vender o alquilar normalmente, pero no podrán ser usadas para este formato que hacía imposible vivir en la ciudad.
En Europa creo que Berlín hacía lo mismo, fue un "basta" muy fuerte porque, si bien es muy lindo para un turista, para el local le resulta imposible.
Esta gentrificación es notable, por ejemplo, en el Gótico en Barcelona: no existe un sólo habitante real de ese barrio, han desaparecido. Es decir, uno va a la ciudad a "vivir" la experiencia de los locales y resulta que lo único que hay son turistas de todas las nacionalidades pero ni un catalán. Los han exterminado por la falta de equilibrio entre vivienda y alquiler.
Ser una ciudad exitosa en lo turístico tiene MUCHOS problemas, pero no tener ningún turista o nada por lo cual ser visitada, también. Hay ciudades enteras viviendo de las "migajas" de alguna ciudad conocida cercana, pero no tienen nada para ofrecer.
Creo que a muchas les vendría bien "inventar" las atracciones para poder distribuir la masa de turistas que, quieran o no, dejan su dinero (y bastante!) en vez de que se concentren todos en los mismos dos o tres puntos de siempre. Sí, ya sabemos que París es hermosa, pero Francia tiene miles de ciudades geniales para visitar, no hace falta ir siempre a la misma! 😁
Hay muchas opciones más que las "tradicionales", más teniendo en cuenta que hasta hace unos años no eran nada tradicionales, más allá de los hubs más concentrados de turistas el mundo es bastante grande y lleno de maravillas como para contemplar sin tanta acumulación.
Uno ES el "turista de mierda" siempre que visita algún lugar, creo que parte de la responsabilidad del que viaja es tratar de pasar lo más desapercibido para los locales que se pueda, no digo integrarse porque eso lleva tiempo, pero al menos no ser un pesado molesto que pisotea monumentos y ensucia.