Las putas del obispo
El título no es un insulto, es un hecho medieval, más bien de la Inglaterra medieval donde la Iglesia Católica, la mismísima, regenteaba prostíbulos.
Si hay dinero y pecadores, allí estará la iglesia, tal vez los motivos no fuesen los más honrados, pero sin dudas que estaban y administraban. La historia tiene sus vueltas y hay evidencias que sugieren que prohibir todo esto derivó en enfermedades venéreas ¿Era el regenteo católico una mejor idea?
Las enseñanzas de la iglesia medieval condenaban el acto de prostitución y a las prostitutas se les prohibía el sepulcro cristiano en los cementerios, algunos estudiosos de la época como San Agustín o Santo Tomás de Aquino tenían una visión más progresista de la profesión más antigua del mundo.
Para San Agustín si opinaba que "si acabáis con las rameras, el mundo se convulsionará de lujuria", lo veía como un mal menor, necesario.
Tomás Aquino, por su parte, coincidía en "quitad las cloacas y llenaréis el palacio de contaminación... quitad las prostitutas del mundo y lo llenaréis de sodomía", cuando para la iglesia el sexo fuera de la procreación era un acto de sodomía. Aquino, además, consideraba que no era inmoral que las instituciones sacaran rédito de la prostitución si las ganancias eran usadas para una buena causa.
En 1286 la iglesia en Inglaterra recibió la responsabilidad de penar los crímenes menores sexuales por parte del rey Eduardo I, las cortes se encargaban de crímenes como la prostitución y el tráfico de blancas y fueron quitándole ese rol con el tiempo.
En Southwalk, la parte sur de la rivera del Támesis pasó a control del Obispo de Winchester y éste reguló la profesión otorgando licencias y tasando impuestos a los burdeles 😁
Vamos, si le iban a dar el trabajo de supervisar y castigar, al menos lucrar un poco.
Las putas de la zona se llamaban socarronamente "Winchester Geese" en referencia al obispo, eran de alguna forma sus protegidas, la data concreta de desde cuando regularon el negocio es inexacta en los registros históricos, van del siglo XII al siglo XV, un margen demasiado amplio, pero sí hay suficientes evidencias para confirmar que el obispo era el regente del negocio de prostitución en Southwalk.
Para la llegada de los Tudor al poder y el surgimiento del protestantismo la práctica pasó a la ilegalidad y la dirección de la iglesia cambió completamente, era ahora el rey quien mandaba.
Los protestantes veían la prostitución como pecaminosa, pero, a diferencia de los católicos que creían que con guía de las enseñanzas de la iglesia podían recuperarse, los protestantes las consideraban naturalmente inmorales y almas perdidas, no había mejora posible, necesitaban castigo y condena.
Esto provocó que la "industria" pasara al bajo mundo, ya no con burdeles legales y pagadores de impuestos, sino que habilitó lo peor de las mafias de tráfico de personas y, alejados de los puritanos, se escondían en los barrios más marginales.
Curiosamente el cambio de catolicismo a protestantismo coincidió con una mayor incidencia de las enfermedades de transmisión sexual, aunque no se puede atribuír completamente una cosa a la otra y el público acusaba abiertamente a las prostitutas, es posible que haya tenido impacto el transformar el oficio legal en algo del bajo mundo.
Una posible evidencia de esto es que en las regulaciones existían prohibiciones claras: Se prohibía tener a cualquier hombre prisionero contra su voluntad (muy común para quitarle todo el dinero) o, por ejemplo, ninguna mujer con "la enfermedad que quema" podía trabajar, también estaba prohibido forzar a un hombre a entrar al burdel.
Esas regulaciones se perdieron ante la prohibición de los protestantes.