El beneficio de la duda

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¿Se acuerdan cuando simplemente no sabíamos algo? ¿Qué sucedía? Pues bien, seguíamos sin saber la respuesta.

Podíamos llegar a casa luego de dos horas de ir pensando en la respuesta que no llegaba, con suerte tenías una enciclopedia que te podía sacar de la duda, pero no siempre sabías qué buscar.

Podías estar días sin encontrar la respuesta, preguntándole a otros, re-sembrando esa duda en otras mentes, hasta que por ahí... nunca encontrabas la respuesta.

Esa realidad que vivíamos hasta hace tan sólo veinte años o menos contrasta con la actualidad donde podemos encontrar la respuesta a cualquier duda al instante, satisfacción garantizada ¿No?

Tengo aquí serias dudas sobre esa "satisfacción", a qué voy? Pues bien, el cerebro es una máquina de encontrar respuestas, analizar patrones, buscar caminos, resolver acertijos.

Este trabajo consume mucha energía, es cierto, nos agota, nos cansa, pero al igual que al cuerpo, si se lo entrena, es como un músculo que responde cada vez mejor.

El cambio de paradigma de no poseer respuestas a tenerlas inmediatamente ante un click provoca, sin ninguna duda, un shot rápido de cero gimnasia mental, ante una duda, un googleo, ante una duda, una AI me dará la respuesta.

Cero trabajo mental, cero.

No estoy acusando a la tecnología actual de ser el problema en sí, sino de que nosotros mismos nos perdimos de una maravillosa herramienta que sirve para crear nuevas soluciones: la duda.

La duda, vivir pensando, y luego el momento de "Eureka!", eso da mucha satisfacción.

El beneficio de la duda

Cuando no teníamos la respuesta teníamos que buscar en lo más hondo de nuestra memoria ¿Cómo se llamaba ese actor de esa película? La falta del recuerdo te obligaba a urgar entre cajones llenos de polvo de tus neuronas.

A veces no podías solo, tus amigos se ponían a pensar, uno tenía el nombre en la punta de la lengua, no podía sacarlo, "era con P, era con P" y entre cinco reconstruían un nombre, una persona, un aspecto, su pelo, sus ojos, su forma de actuar, en qué otra película estuvo, con quién, y así, luego de mucho proceso mental, salía el recuerdo.

No se activaba sólo tu mente, la de tu familia y amigos también, el recuerdo colectivo, el networking mental, una maravilla de la humanidad funcionando al mismo tiempo.

De la misma forma uno estudia, aprende, rinde exámenes, reutiliza, recuerda. Salvo que, por una obra maravillosa del pensamient humano colectivo, se invente un método para no necesitarlo. Y lo hicimos.

Creamos herramientas para sacarnos las dudas lo más rápido posible ¿Para poder pensar en otra cosa? No precisamente, las inventamos para NO TENER que pensar y liberarnos de ese proceso ¿Era buena idea?

¿Cuál es la consecuencia de ello?

¿Nos volvemos tontos y ansiosos?

Imaginen que hoy no sepas cómo ir de tu casa a un lugar, normalmente tomarías Google Maps, en mi infancia por ahí llegabas y ni siquiera sabías cómo volver, era normal, te perdías. TE PERDÍAS.

El proceso de supervivencia te permitía encontrar referencias, direcciones, preguntar, tal colectivo te lleva, tal otro no, es para allá, para el otro lado, alguien te deba consejo, caminabas, en algún punto veías un policía y te guiaba más, un kioskero, etc.

Hoy sólo vamos del punto A a B si Google Maps nos guía o si Cabify nos lleva, si esa herramienta desaparece ¿Cómo nos movemos? ¿Podrías leer un mapa? 

No lo digo por mí que soy viejo y puedo leer cualquier mapa, pero la mayoría de los que tienen la mita de mi edad no saben leer uno. Se quedan sin energía y se pierden, se pierden y no tienen el proceso de supervivencia entrenado, quedan desnudos ante la falta de inmediatez de la respuesta. 

No sólo nos vuelve un poco más tontos, también ansiosos. No podemos esperar un segundo sin sacarnos la duda, necesitamos buscar la respuesta YA. Eso nos satisface, nos deja con gusto a poco esfuerzo, pero igualmente nos quita el proceso mental rápidamente.

El cerebro busca permanentemente gastar la menor cantidad de energía posible, así que cuanto más cortos sean los procesos de búsqueda-resultado más satisfecho estará, más vago, le encanta ser vago.

El reciente corte de luz masivo en España me abrió a esta idea, por unas 12 horas más o menos la mayoría de la gente podría tener un celular y acceso a las redes, en un punto las torres de telefonía se quedan sin energía, los celulares sin batería, la gente sin el acceso a la respuesta inmediata.

¿Cómo sobrevivirías teniendo que recablear tu cerebro en tiempo récord para que encuentre soluciones rápidas a problemas complejos? Los viejardos como nosotros se adaptarían rápido porque la mayor parte de su vida todo fue así ¿Y aquellos que no? 

Interesante distopía, nunca antes me resultó beneficiosa la duda, ahora la veo con distintos ojos.


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