
Estamos en una etapa extraña de la aviación, por un lado todos estancados en la eficiencia energética combinada con la incomodidad de los pasajeros, exprimir al máximo ganancias y cada gramo de combustible. Okey, es el negocio comercial.
Pero por otra parte hay una interesante cantidad de proyectos para devolver a la aviación a otro mundo extraño: el supersónico.
Luego de la salida del Concorde el deseo quedó en la mente de muchos, nuestro corazoncito aviador nos pedía más, es entendible que desde el punto de vista de eficiencia y de ruidos es imposible que un supersónico sea rentable, pero vamos ¿Quién no quería ver algo así de nuevo volar?
Sobraron proyectos sin suficiente empuje, pero en la actualidad hay un par que sí están logrando cierta tracción. Los últimos aviones de pasajeros supersónicos fueron también los primeros, el Concorde y el Tupolev Tu-144.

Con el Concorde fuera del negocio desde 2003 ha habido, antes y después, una serie de proyectos para lograr la creación de un supersónico de negocios.
En un mundo donde los billonarios han crecido mucho más que el resto de la población, en dinero más que en número 😅, hay cash suficiente y nuevos ricachones listos para comprar un avión mucho más rápido que un eficiente Gulfstream V.
Los aviones de negocios suelen viajar bastante más rápido que los vuelos comerciales, pueden empujar un poco más allá gracias a un diseño más liviano y estiliado, lo normal es una máxima de Mach 0.935, no supersónico, pero casi transónico.
La idea empezó a crecer en 1997 cuando Dassault Aviation consideró un jet con la capacidad de volar a Mach 1.8 sin motores con posquemador, una cabina similar a su exitoso Falcon 50 y con una autonomía suficiente para conectar Paris con New York. Al día de hoy no avanzó demasiado.
Del lado ruso hasta el mismo Vladimir Putin en 2018 consideró una variante comercial del bombardero Tu-160, algo insostenible aun con el paso a motores NK-32, con un costo de USD 150 millones por unidad.
La lista de "promesas" es gigante, Aerion se fundió al quedarse sin fondos, tenían la idea de un avión ejecutivo de 12 pasajeros a Mach 1.4 y una fantasía de Mach 4 que era obviamente para hacer ruido en la prensa.
En un momento existió el proyecto HyperMach SonicStar, otro delirio que buscaba dinero de inversores, con un avión a Mach 3.6 no pasó más allá de algún anuncio.
Otro proyecto fallido fue el QSST que incluyó el trabajo de Lockheed Martin Skunk Works para el diseño del SAI Quiet Supersonic Transport, un supersónico que buscaba resolver el gran problema del boom sónico. No pudieron conseguir más fondos. Obviamente querían basarse en el estudio del X-59 Quesst de Lockheed Martin, pero ese proyecto siguió su propio camino de la mano de la NASA y sí está bien avanzado, pero por la parte del boom sónico, claro.

Otro humo notable fue el del Spike S-512, al parecer todavía siguen "diseñando", la idea era un jet para 18 pasajeros a Mach 1.8, nada por el momento.
Lejos en la humareda de las fantasías supersónicas quedó el trabajo conjunto entre la rusa Sukhoi y la americana Gulfstream con su S-21, también buscaba un jet ejecutivo de 10 pasajeros y Mach 2+, pero no sólo no consiguió fondos, hoy sería imposible esa coordinación.
El interés siempre estuvo, pero es algo tan costoso el desarrollo y tan de nicho, que obviamente el jet privado supersónico sigue siendo esquivo ¿Hay una mejor perspectiva en la escala?
Hay dos proyectos de los que tengo conocimiento que avanzan y no son tan pequeños, todo lo contrario, en ambos casos hay prototipos a escala volando y eso ya es mucho más que todos los anteriores mencionados.
Cuando se logra construir algún hardware ya no se habla de humo, no es una fantasía, es algo tangible y eso atrae mucho más inversores que tan sólo una maqueta.
Hay dos proyectos interesantes, Hermeus y Boom.
Hermeus cuenta con el apoyo de varios inversores de alto perfil como Sam Altman (CEO de OpenAI) y otros fondos de inversión importantes inclusive recibiendo fondos de la USAF para que su avión pudiera ser el próximo Air Force One.
El objetivo, por etapas, es llegar al "Quarterhorse", un avión de pasajeros con una velocidad de Mach 5 (!!) y un rango de 7400km, y en este momento están en la etapa del Mk 1 que ya vuela y está haciendo sus primeras pruebas.

El diseño incluye un pre-cooler, una característica de muchos diseños supersónicos futuros, enfriar el aire y evitar así que el motor se funda, que pueda operar en temperaturas más eficientes y esto se combine luego con un ramjet.
Para el Mark 3 deberían poder usar este motor "Chimera" que al alcanzar velocidades de Mach 1 se encendería para alcanzar Mach 3.3.

Del Quarterhorse deberían pasar al Darkhorse, avión hipersónico sin pasajeros para la fuerza aérea y el Halcyon que es el modelo de serie para pasajeros. El pasado Mayo el Mk 1 voló desde la base Edwards de la USAF y el Mk 2 y estaba en fabricación.

Del lado de Boom hay cosas más tangibles todavía, no sólo volaron el Boom XB-1, el prototipo a escala, sino que ya logró volar de forma supersónica desde el Mojave Air and Space Port a principios de año.
Ese primer prototipo ya fue retirado porque cumplió con su función, la de testbed para el futuro y para conseguir inversores al mostrar un avión real supersónico privado en vuelo.

El plan de la compañía es el Boom Overture, el supersónico de pasajeros que tanto anhelamos, el objetivo no es hipersónico como en el caso de Hermeus sino un elegante pseudo-Concorde a Mach 1.7 (1800km/h) para entre 60 y 80 pasajeros con una autonomía de 7800km.

Según la firma hay mercado para unos 1000 aviones de este tipo considerando un rango de pasajeros premium, nada de turista en estos aviones. Los vuelos de prueba deberían darse en 2027 y es posible que la certificación se consiga para 2030 si todo sigue con la actual marcha.
Por el momento la compañía tiene preórdenes de unos 130 aviones para United Airlines, American Airlines, y Japan Airlines entre otros.
Estos dos, Boom y Hermeus, son los únicos que han podido "sobrevivir" a esta idea, el concepto es bonito, pero muy de nicho y requiere no sólo de muy buena ingeniería sino de inversores.

El boom de billonarios tech de los últimos años ha permitido a estas dos últimas entrar en el mercado y brindar un prototipo funcional, cosa que todas las anteriores fallaron porque se quedaban a mitad de camino entre la idea y quién ponía el dinero.
¿Estamos cerca de un revival del vuelo supersónico de pasajeros? Sí, pero sin dudas seguirá siendo tan exclusivo como lo fue el bello Concorde.